jueves, 2 de diciembre de 2010

Por todo lo que nos hacen sentir unos pocos acordes


Cualquier momento es bueno, comienzan a sonar un par de acordes y la mente desconecta. Llegas a un mundo en el que sólo cuentas tú y todo lo que tu quieras incluir. 

Un intervalo detrás de otro, una sucesión de tonos y semitonos... la música nos hace vibrar, nos estremece, nos hace sentir únicos...

¿Quién no ha llegado a casa después de un largo día, de esos que parece que nunca tienen fin, se ha tumbado en la cama y le ha dado al play?
¿Quién no ha gritado y saltado en un concierto?
¿Quién no tiene una canción muy especial para ese momento tan especial también?

Yo guardo increíbles recuerdos en los que la música es la artista protagonista, qué más da el cómo: cantar con los amigos desafinando como unos descosidos acompañados por unos tímidos acordes de guitarra, chillar en un concierto para intentar hacernos oir por encima del resto de fans, los dúos de guitarra, horas y horas de ensayo con el coro, los nervios que se apoderan del estómago antes de un concierto, inventar una cejilla con un trozo de madera y un par de cuerdas, perderte sobre el pentagrama a mitad de un concierto y mover la boca como si fueras la voz más afinada del grupo...

Y... ¿qué me dices de esos momentos ñoños en los que coges la guitarra y empiezas a hacer vibrar las cuerdas? Da igual dónde pongas los dedos, en ese momento son el espejo de tu alma y ese sonido se convierte en tu mejor confidente.¿Qué más da un bemol o un sostenido? En mi obra artística sólo mandan mis emociones.

La música nos hace soñar, llorar, reír... pueden convertir un día nublado en el día más soleado que jamás hayas visto.

Algunas canciones están hechas para ser escuchadas tranquilamente en casa, otras son para reflexionar, otras para cantar con los amigos y otras te empujan a sonreir y a decir aquí estoy yo.

Ahí está su fuerte: pueden transformarlo todo.


Un brindis por todas esas canciones que nos recuerdan momentos positivos, cuando sólo importa reir y pasarlo bien, aunque sepamos que esa sensación sólo va a durar unos pocos minutos... pero no pasa nada: vuelve a darle al play! ;)






Yolanda Menadas Tortajada

5 comentarios:

  1. Ooooooh! me ha encantado la entrada. Y es que, dicen que el mejor regalo que se puede hacer es una canción, ya que cada vez que la oigas, te acordarás de la persona que te la ha "regalado".

    Cómo me estoy partiendo al ver la canción que has puesto, inolvidable! (llorando de la risa estaba yo... XD)

    ResponderEliminar
  2. UuuUUUuuUUuuUuUuuuu BARBRA STREISAND! Tenemos que hacer algo grande con esa canción ;)
    Me ha gustado mucho la entrada, seguid así, fresones! :D

    ResponderEliminar
  3. Bonita entrada y bonita cancion jaja

    ResponderEliminar
  4. me gusta esta entrada.Son muchas las canciones que nos traen recuerdos,y esos momentos que no los quieres olvdar,los mas valiosos para ti.¿que seria el mundo sin esas canciones?para mi seria algo gris sin alegria.¿y ara ti?

    ResponderEliminar
  5. Yo llevo bastantes años metida en el mundo de la música: ensayos, conciertos, obras imposibles de tocar... pero y ¿la satisfacción que se queda cuando todo sale bien? y ¿las risas producidas durante un directo o tras bambalinas cuando algo ha salido mal?
    Creo que nunca podré olvidar esas sensaciones... =)


    Y

    ResponderEliminar