Praga, una ciudad de cuentos y marionetas

Praga, capital de la República Checa y de la región de Bohemia. Es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.

Cuna de pintores y músicos. El arte respira por todos sus recovecos. Cualquier edificio se puede convertir en un tradicional teatro de marionetas, donde los artistas crean increíbles personajes e historias.

La particular Casa Danzante, junto al río Moldava.

El río Moldava, pulmón de la ciudad.

La encantadora ciudad, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco. En el centro, la plaza de la Ciudad Vieja, donde destacan las torres gemelas de la Iglesia de Tyn y la torre con el reloj astronómico del siglo XV, el más antiguo de Europa.

La Catedral de San Vito, dentro del Castillo. El Castillo recoge además pequeñas casas donde antaño vivieron los aldeanos de la ciudad y los jardines.

La naturaleza se hace presente junto al Castillo, un increíble parque natural donde pasear kilómetro tras kilómetro sin salir de la ciudad. Los edificios y los ladrillos se cambian por un increíble verde. Podemos encontrar allí una torre diseñada por el arquitecto Eiffel y la casa de los espejos, donde nada es lo que parece.

Las entradas del Puente de Carlos, todos los caminos que traces para visitar Praga te conducirán a él. Une la Ciudad Vieja con el Castillo. Siempre repleto de gente, recoge a increíbles artistas callejeros. Recorrer el puente puede durar un buen rato, si lo que realmente quieres es vivirlo.

Como ciudad europea que es, la antiguo se confunde con lo nuevo. En plena avenida, rodeada de inmensas tiendas, encontramos la figura de Wenceslao, santo patrono de Bohemia. A su espalda, el Museo Nacional.

 Jardines de Carlovy Vary, conocida por Ciudad Balneario, cuenta con cientos de fuentes termales.

Tampoco podemos olvidarnos de los típicos bares checos, donde no faltan los músicos, las mesas largas para compartir y litros y litros de cerveza. ¿Sabías que la cerveza forma parte de la vida cotidiana de los checos? El culto a la cerveza es ancestral... te recomiendo que no les pidas un duelo a beber cerveza!

En Praga se conserva un barrio judío, se dice que Hitler ordenó no destruirlo para que se conservara como museo de una raza extinguida. La zona está repleta de sinagogas, entre las que se encuentra la más antigua de Europa. Uno de sus puntos más visitados es el cementerio, en activo hasta el siglo XVIII, caracterizado por albergar un caos de millares de lápidas de judíos, pues era el únido sitio donde se les podía enterrar.

Praga os espera

Texto y fotografías:

Yolanda Menadas Tortajada