miércoles, 3 de noviembre de 2010

Un paseo por Manhattan

Manhattan, es una huerta cultural donde cualquiera puede echar raíces. Sólo que algunos crecerán y otros se quedarán bajo tierra.

 Ahí están los que sintieron la llamada de la Libertad, pero muchos se quedaron presos, esclavos de sus sueños. 
 Entre "fashion victim" y "businessman" en Wall Street, justo por debajo de los zapatos de Manolo Blahnik, se encuntra un 14% de la población que se podría denominar "economy class", porque no les gusta la palabra "poor". Porque es una ciudad donde los pobres se averguanzan de su condición y, peor aún, los ricos (y los que no lo son) piensan que la situación de "los otros" es fruto de su falta de esfuerzo ("pobres holgazanes") y no de dos fuerzas en conflicto.

Cuando la luz ilumina el camino oscuro, cuando la luz tiene color y es cálida y fría al mismo tiempo. Cuando todo es tan bello... puede, entonces, que no sea tan bello. 
El sol, la luna, las estrellas son energía, y en ese espectro electromagnético se haya la duda, pero cuando la duda se disipa entre la corrinte alterna, entre motores y noches sin estrellas, la esemcia, el ser, la incógnita, ... se disipan y nos dejan vacíos. Manhattan es un lugar para no pensar, para dejar de ser, para los que no dudan nunca, para los que siguen la corriente.

WELCOME TO U.S.A





Juana López del Castillo

5 comentarios:

  1. Me encantan las fotos!
    Cuando yo vaya también haré muuuuuuchas! ;)

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  2. Aunque el texto tampoco se queda atrás, qué verdades dice!

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  3. Veo que la experiencia es buena. Me alegro! Y enhorabuena por las fotos, que son buenas. Mua

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  4. Sabrás que, como suele decirse, has vivido una experiencia "inolvidable y sumamente enriquecedora"...Yo añado por mi cuenta "envidiada" :)

    PD: Ahora mismo estoy echando una ojeada a vuestro espacio. Es muy intesante.
    ¡Un abrazo!

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  5. Pues me sorprendo a mí misma pensando que echo de menos esa ciudad, ahora que los recuerdos un tanto turbios que la rodeaban se han desvanecido o, al menos, neutralizado.
    ¿Volvería? Hoy puedo decir que sí. Algún día me enamoraré de Nueva York...

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